Todos los seres humanos disponemos de una capacidad innata y totalmente natural que nos permite entrar en regresión. Sólo hay que abrir la puerta a nuestros estados alterados de conciencia, darnos permiso para ello y entregarnos a la experiencia.

​

La regresión es algo natural. La terapia regresiva es sólo el canal que permite, en un determinado momento, que nuestra consciencia se retira a un segundo plano y suelte el control de la situación. Entonces se produce la experiencia y la regresión comienza a fluir, sin necesidad de usar hipnosis u otras técnicas.

​

Cada persona vive la experiencia de una forma diferente. El alma sabe dónde debe ir aquí y ahora (en este instante) y lo que necesita resolver para seguir evolucionando.

​

Tras la sesión de regresión acompañamos a las personas a través de sesiones de coaching transpersonal a profundizar en la experiencia y afianzar en su consciente esas huellas emocionales que han sido limpiadas, acompañándoles a manifestar una vida más plena, próspera y equilibrada.